El Gobierno municipal vincula estas prácticas con la aparición de plagas. El tripartito redacta una nueva versión de la ordenanza municipal de convivencia que será mucho más estricta.
Alimentar animales callejeros en Oviedo está terminantemente prohibido. Así lo recoge la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana de 2010, publicada en el Boletín Oficial del Principado (BOPA). Aunque lo cierto es que en la actualidad no se están imponiendo sanciones económicas. No se hace pero se hará. El Gobierno municipal trabaja en un nuevo reglamento mucho más estricto con los «cebadores de animales». «En la nueva ordenanza de tenencia responsable de animales es uno de los puntos que tenemos que abordar con la Policía» declara Mercedes González, concejal de Educación, Deportes y Salud Pública, «está dentro de las ordenanzas, pero la sanción en sí no se lleva a efecto todavía». La respuesta a la violación de estas restricciones se traduce únicamente a una serie de apercibimientos que no hacen efectivo el control de esta actitud irresponsable que puede dar lugar a la aparición de plagas. La conducta ciudadana es fundamental para controlarlas y evitarlas.
Los «cebadores» están a la orden del día y se han convertido en un problema. Describe González a este grupo de personas como «aquellas que acuden a determinados puntos de la ciudad portando bolsas de pan, arroz u otros alimentos con el fin de alimentar a los animales». «Existen tres o cuatro puntos en la ciudad con numerosas denuncias de vecinos por plagas que coinciden con las zonas en las que hay lo que nosotros llamamos cebadores», asegura. Tal vez esta actitud pueda verse relacionada más con las palomas que con otra clase de animales, pero también existe un verdadero problema con aquellos que dan de comer a los gatos callejeros. González asegura que «está prohibido darles restos de alimentos. Cuando se alimenta a los gatos también acuden las ratas. A su vez éstos están tan alimentados que no necesitan ir detrás de los roedores», por lo que su número no disminuye. A esta actitud hay que sumarle las malas costumbres del resto de los ciudadanos. «Las bolsas de basura abandonadas fuera de los contenedores resultan ser un manjar para los roedores, que acuden a ellas generando así estos focos», explica González. Por ello es de gran importancia cuidar el entorno que nos rodea, manteniéndolo limpio de residuos alimentarios.
Los roedores son los protagonistas de los principales focos de plagas en Oviedo. La concejal, no obstante, precisa la rápida actuación de la contrata municipal ante la aparición de nueve madrigueras de ratas en el Campo San Francisco y asegura que «se trata de un hecho puntual» por el cual no debe crearse ningún tipo de alarma. «Se actuó inmediatamente tapiando todos los nidos» explica, donde en ningún momento se encontraron rastros de ratas. «Se nos remitió ese mismo día el informe y se han realizado revisiones periódicas hasta confirmar que no hay roedores en la zona» zanja.
Una vez aclarado lo que no debe hacerse, ¿cómo deben actuar los ciudadanos ante el avistamiento de roedores? «Lo mejor es que se denuncie siempre a través del Portal del Ciudadano», recomienda González, «enviar una queja por registro para que quede constancia y, así, remitírsela a la empresa».
Una vez recibida la queja desde Servicios Médicos se envía a la empresa contratada para que actúe inmediatamente. En primer lugar, se llevan a cabo una serie de medidas correctivas, como la colocación de cebos dentro de las madrigueras o alcantarillas. Es imprescindible el «uso de veneno específico para roedores que no afecte a ninguna otra especie. En parques y jardines no puede haber nada al alcance de otros animales y de personas», explica la edil. Acto seguido se procede a la revisión periódica del lugar, hasta que se confirme que el foco termina por extinguirse. Finalmente, se aplican las medidas preventivas, como utilizar cierres herméticos u hormigón en las madrigueras para evitar la salida de los roedores.
FUENTE: La Voz de Asturias