La oposición culpa a Rosón de recaudar más para gastar menos y el edil replica que una bajada de impuestos obligaría a recortar en gasto social
Ch. Neira 17.10.2017 | 03:33
En palabras del concejal de Economía, Rubén Rosón, las novedades de las ordenanzas fiscales de 2018 se sustentan en seis aspectos claves: Rebaja del 20% en la cuota del uso de las piscinas, más de un 10% en el coste de las Escuelas infantiles, un 50% menos en las licencias de obras pequeñas y medianas, otro descuento de un 25% en el coste del mantenimiento de la señalética, rebajas en entradas y actividades culturales para jóvenes y familias numerosas, y una rebaja del 30% en el tipo del impuesto de plusvalía para evitar que éste se incremente.
Por otra parte, el IBI diferenciado, pese a estar ahora en los tribunales, se mantiene para 2018 en el tipo especial del 1,1 para los propietarios de inmuebles con mayor valor catastral. La novedad, en este apartado, es que el suelo para garajes y trasteros se ha elevado a los dos millones para evitar que queden afectadas las comunidades de vecinos sin división horizontal. El tipo general se reduce del 0,65 al 0,626, lo que según el edil de Economía evita que suba el recibo a los ciudadanos con la revalorización de los valores catastrales.
Para el PP, sin embargo, es justo al revés. El concejal Eduardo Rodríguez explicó que la rebaja en el tipo del IBI general no es suficiente, y vaticinó que en la práctica subirá el recibo de la contribución y no sólo a los grandes propietarios.
«Unos pocos pagan más y del resto, otros pocos también pagarán más. La rebaja es insuficiente e implicará una subida», explicó Rodríguez. Para el concejal del PP, la situación es todavía peor porque, según su análisis, «siguen subiendo los recibos para luego ahorrar más, piden dinero a los bancos para inversiones y luego no ejecutan ni el 25%». Al «ustedes recaudan más para luego gastar menos», el concejal de Economía, Rubén Rosón, replicó exponiendo el incremento en gasto social realizado por el tripartito, imposible, detalló, sin esta nueva fiscalidad: «Ustedes quieren rebajar impuestos pero no dicen que eso implica rebajar los gastos sociales, no son claros».
Rosón incidió en que su política fiscal pasa por que «ni un solo euro de los bolsillos de las familias de Oviedo vayan a pagar esa deuda que ha generado la negligencia del PP», en referencia a Villa Magdalena. O, con otras palabra, «Oviedo es ahora una ciudad más justa fiscalmente, que ha pasado «de portarse mal con los ciudadanos y bien con las grandes fortunas», al escenario inverso en el que, resumió Rosón «todo lo que tiene que ver con la estructura de sostenimiento de la vida, se ha incrementado».
Desde Ciudadanos, que había logrado introducir previamente algunas enmiendas como la de la rebaja para obras menores, Luis Pacho criticó en especial el IBI diferencial, que «no ha traído más que disgustos» al tripartito y que genera, acusó, «una inseguridad jurídica total, y mire lo que está pasando en Cataluña».
Tanto Ciudadanos como el PP pusieron especial hincapié en este nuevo panorama fiscal poco atractivo para las empresas y en la posible fuga de negocios en la ciudad. Rosón volvió a negar la salida de empresas, puso sobre la mesa informes sobre la recuperación del empleo en la ciudad, y retó a la oposición: «por cada empresa que me digan que se fue, yo les digo diez que se han instalado en Oviedo».
Al inicio del pleno se guardó un minuto de silencio por la muerte del jugador Toni Cuervo y por los incendios en Asturias.