Ya habían entrado los 90 cuando pensábamos que la domótica iba de bajar las persianas con un botón y de encender las luces chasqueando los dedos. De ahí pasamos al extremo del sistema operativo que nos posee y al recuerdo acechante de «2001: una odisea en el espacio».
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Pero nada que ver. Muy lejos de aquellas profecías de robots con aspecto tomado de alguna guerra de las galaxias, la realidad nos ha llevado a relaciones más bien basadas en la conversación. Los asistentes guiados por voz son la expresión de la domótica más implantada en los hogares y en la vida cotidiana en general. Ya nos hemos acostumbrado a charlar con la nada, pedirle recomendaciones, indicaciones, enseñarle a llevarnos la agenda, o a sorprendernos con la música qué nos gusta. Ese ser etéreo que nos habla hace las veces de nutricionista, de entrenador deportivo, de jefe de logística en casa o simplemente, de despertador.
Ninguna compañía quiere quedarse atrás en esta carrera y los asistentes por voz van más allá del coche y el móvil, para instalarse directamente en el hogar. Alexa, Siri y Google Assistant son los gigantes más versátiles: pueden controlar todo lo que les dejes controlar en casa, o casi. Pero no son los únicos. Hay cientos de pequeñas soluciones funcionales y creativas para hacer inteligentes los aspectos que más valoras en casa. Y están más a tu alcance de lo que imaginas.
“”Los asistentes guiados por voz son la expresión de la domótica más implantada en los hogares y en la vida cotidiana en general.
Seguridad
Una de las vertientes más desarrolladas en domótica es la que refuerza nuestra seguridad en el hogar. Cualquier solución actual incluye cámaras de vigilancia con sistemas inteligentes y remotos. ¿Intranquilo en vacaciones? Para garantizar la relajación total, nada como un sistema de vídeo vigilancia que se inicia automáticamente gracias a un sensor de movimiento, lo notifica inmediatamente a tu móvil y al de quien estimes, y te permite interactuar en directo desde donde estés: mantener conversaciones, abrir o cerrar puertas, grabar imágenes… Por menos de cien euros se puede gestionar fácilmente.
Ahorro de recursos
La iluminación, la calefacción, la subida y bajada de toldos y persianas o la energía eléctrica en los enchufes se pueden ajustar de acuerdo con la hora, con las condiciones climáticas, o con las preferencias en cada momento y por supuesto, también desde el móvil. Todo esto gracias a la incorporación de sensores de temperatura, de presencia o de luminosidad.
Ahorrarás más de lo que piensas en aire acondicionado bajando las persianas cuándo empieza a dar el sol aunque no estés, en agua regando por la noche, o en electricidad inhabilitando los enchufes con dispositivos que no estás usando. La imaginación es el límite. La casa Hydrao comercializa una alcachofa de ducha que ilumina los chorros de distinto color según el volumen de agua consumido: los colores y niveles son configurables y hasta se puede llevar un seguimiento del importe ahorrado desde el móvil.
“”La iluminación, la calefacción, la subida y bajada de toldos o la energía eléctrica en los enchufes se pueden ajustar gracias a la incorporación de sensores de temperatura, de presencia o de luminosidad.
Comodidad
Si el hogar no es un sitio acogedor, ¿cuál lo es? Aparte del mantenimiento de las condiciones ambientales y de la gestión del espacio, el Internet de las Cosas tiene mucho que ofrecer en este sentido.
Sólo en la cocina ya supone una verdadera revolución. Hace años que Samsung optimiza su nevera inteligente. La última versión incluye funciones de seguridad y control en la casa, pero no descuida su misión cómo nevera: conoce las existencias, gestiona los suministros y hasta ofrece a cada persona las recetas que más le gustan de acuerdo con los ingredientes con los que cuenta. No, tampoco se le pasan tus alergias.
Además, cuando la cafetera conoce tu café favorito y lo prepara cada día justo al poner un pie fuera de la cama; cuando la lavadora dosifica el detergente y conecta el programa adecuado para que tiendas en el momento perfecto… Siempre se agradece. Pero cuando regresas después de un mal día y al abrir la puerta la luz se enciende, suena tu canción favorita, el horno avisa que la cena está hecha, y la nevera te invita a tomar una copa de un buen vino… Te das cuenta de lo que la tecnología puede hacer por ti.
FUENTE: Expansión.