Los vecinos deberán separar la basura orgánica y tirar al contenedor negro sólo residuos como pañales, compresas y polvo de aspirador.
Los ovetenses tendrán que hacer sitio en su casa el año que viene para instalar un quinto cubo de basura. Al amarillo, al azul, al verde y al negro hay que sumar ahora el marrón. En realidad, este contenedor se asemeja al de color negro porque está destinado a los residuos orgánicos, pero únicamente a la basura que se puede convertir en compost (fertilizante natural). Es decir, a partir de 2018 -opcionalmente- se podrán tirar las sobras de comida en el cubo marrón, mientras que otros restos orgánicos -como pañales, compresas o la bolsa del polvo de la aspiradora- en el de color negro. El plástico, el papel y el cartón, y el vidrio no variarán su destino final ni sus colores.
Este sistema de recogida selectiva de residuos orgánicos obedece a un proyecto europeo que estará implantado en las principales ciudades antes de tres años. Se llama «Estrategia 2020» y entre sus objetivos destaca que al menos el 50 por ciento de la basura que se recoja en la Unión Europea deberá estar seleccionada para el reciclaje. Oviedo será una de las ciudades pioneras en implantar este sistema y en lanzar en los próximos meses una campaña de difusión ciudadana.
Esta primera fase informativa le cuesta al Ayuntamiento 96.775 euros e incluye anuncios en medios de comunicación, en los mupis, en redes sociales y en doce autobuses urbanos bajo el lema «La orgánica no es basura, la orgánica es vida». Los ovetenses recibirán en el buzón un sobre con semillas de flores variadas y podrán resolver sus dudas en 22 puntos de información distribuidos por Oviedo o en alguna de las 40 charlas informativas que se impartirán en centros sociales y educativos. Además, el municipio organizará un «showcooking» de comida sana y sin residuos para que los asistentes sepan cómo generar menos basura y reconvertir las sobras (desde pescado a carne pasando por pan duro) en compost para la tierra.
La concejala de Servicios Básicos, Ana Rivas, y el edil de Medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo, presentaron ayer públicamente la campaña e insistieron en que no se trata de una obligación. «Con los residuos orgánicos que se generan en el municipio en un mes podrían abonarse todos los parques de Oviedo», afirmó el concejal, que también anunció la puesta en marcha de un espectáculo de calle interactivo: «Odisea en la basura».
Algunas ciudades españolas pondrán a prueba el año que viene el nuevo sistema de recogida selectiva, aunque de forma puntual en calles o barrios. Así, Oviedo será la primera en implantar el método de reciclaje de forma masiva en todo el municipio a partir del año 2018.
FUENTE: La Nueva España.