La caída de las renovables y la elevada importación a Francia suben el recibo hasta 69 euros de media, aunque este importe aún es casi un 14% inferior al de 2015,
El coste del recibo eléctrico ha confirmado la trayectoria ascendente que venía registrando desde mediados de año con un alza que, solamente en octubre, supondrá un incremento superior al 8% con respecto al del mes anterior en las facturas que emitan las compañías en los próximos días.
El importe de un hogar medio –con un consumo de 3.900 kilovatios/hora y una potencia de 4,4 kilovatios– alcanzará los 69,31 euros, el más elevado de 2016, frente a los 63,96 euros que se habían abonado en septiembre, según los datos de la calculadora de la Comisión Nacional de Competencia (CNMC). Se trata del sexto mes consecutivo en el que el precio de la electricidad vuelve a subir, después de que lo haya hecho en mayo –un 0,7%, junio –1,5%–, julio –8,3%–, agosto –0,9%– y septiembre –1,5%–.
Además, ya es un 2% más caro que cuando comenzó el ejercicio. Hasta octubre, los ciudadanos han pagado 607 euros por su consumo. Aunque si se comparan estos datos con los del mismo periodo del año pasado, el recibo aún es un 13,7% más barato que en 2015.
El alza de los precios registrada en octubre se debe fundamentalmente a dos factores. Por una parte, a la menor presencia de las centrales renovables en el mix de producción del sistema. En los 31 últimos días, las plantas eólicas, hidráulicas o solares, entre otras ‘verdes’, han aportado apenas una cuarta parte de la energía, frente las otras tres cuartas partes que procedieron de los ciclos combinados, centrales de carbón o nucleares, que son las que elevan los precios en el mercado diario mayorista. En lo que va de año, la aportación de las renovables se encuentra en el 43%, frente al desplome histórico de octubre.
Cambio de rol
En las últimas semanas se ha producido un hecho excepcional que también ha incrementado el precio de la electricidad: las necesidades de Francia para comprar energía a España. Por primera vez desde febrero de 2015, el sistema ibérico ha exportado energía al territorio galo:451 gigavatios/hora (Gwh) en octubre. Lo habitual es que España sea la que compre electricidad al país galo –en 2015 recibió 9.252 Gwh–, pero Francia ha paralizado la actividad de 18 de sus 58 plantas nucleares por los supuestos engaños de la autoridad de seguridad nuclear (Areva) sobre los materiales y las instalaciones de estas instalaciones.
El problema podría recrudecerse con la llegada del invierno, lo que elevaría el coste del precio eléctrico del mercado español y, por tanto, de la facturas. Además, el recibo se encuentra pendiente del impacto que puede suponer el incremento del margen de comercialización fallado por el Supremo así como de la decisión que tome Industria sobre quién asumirá la devolución de los 500 millones del bono social.