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El ruido y las molestias causadas por los locales de ocio nocturno lastran las compras de los inmuebles
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El sector inmobiliario ofrece desde viviendas de dos habitaciones por 80.000 euros a casonas del siglo XVIII por un millón y medio de euros
El problema no hay que buscarlo tanto en el por qué hay tanta vivienda en venta sino en por qué no se logran vender. Algunos propietarios llevan más de tres años intentando rentabilizar sus inmuebles. Es el caso del dueño de un apartamento ubicado en la calle Paraíso, número 3. «Lo compré para alquilarlo. Luego lo puse en venta pero ya ni me acuerdo de cuándo, por lo menos más de tres años», cuenta este hombre, que prefiere mantenerse en el anonimato. Reconoce que no le «urge» la venta, pero también que recibe «muy pocas llamadas» de posibles compradores. Y eso que en su reclamo describe el piso como «reformado en planta baja con ventanas que dan para terraza interior muy tranquilo». Lo de la tranquilidad no es baladí, el temor al follón lastra la venta de pisos en la zona.
El ocio nocturno y el ruido se convierten en cortapisas: «Hay una gran parte de la demanda de viviendas céntricas que rehuye de comprar en la zona de El Antiguo por los locales de hostelería con horario nocturno, sobre todo familias con niños», explica David Allen Martín, gerente de la inmobiliaria Allen Globe. Y eso que vivir en esta zona es «más barato» que en otras calles del centro de Oviedo. «La demanda es baja y la oferta alta», asegura Allen, que rebaja la cifra de pisos en venta en la zona antigua ofrecida por los portales web inmobiliarios. «La zona que denominamos El Antiguo va desde la calle de El Postigo hasta la calle de Jovellanos, y en ese límite nuestra inmobiliaria tiene en venta treinta y dos viviendas», contabiliza. Una cifra que califica de «bastante alta para la superficie de la que hablamos».
El presidente de la Asociación de Bares de Copas de Oviedo tiene otra visión. Pepe Reina asegura que «la gente se está viniendo a vivir a El Antiguo porque tiene mucha vida». El perfil es un joven, menor de treinta años, que busca el casco histórico como «primera opción de vivienda». Eso sí, «para familias con hijos no lo veo a pesar de que tiene mucha vida diurna, no solo nocturna».
Ese perfil joven supone otro inconveniente añadido para la compra de pisos. Debido a su bajo o medio poder adquisitivo, a que la incertidumbre laboral les pesa como una losa y a que la prioridad de tener un piso en propiedad ha pasado a un segundo plano, optan por el alquiler. Las agencias inmobiliarias no son inmunes a este fenómeno. Reconocen que hay un tipo de cliente que «está dispuesto a pagar» por vivir en la zona antigua de la ciudad, pero es muy escaso. La mayoría prefieren una renta, asegura David Allen Martín.
En este caso no hay excepción que confirme la regla, a pesar de que la zona del casco histórico podría ser la «más solicitada» de la ciudad por su «situación estratégica», según los profesionales del sector. Y no solo por la localización, sino también por el tipo de viviendas. «Se encuentran en manzanas pequeñas, con poco pasillo y una buena distribución», describe el gerente de Allen Globe. Pero también tienen pegas: «La luminosidad es reducida porque dan a calles estrechas que compensan con balconeras y techos más altos que las construcciones modernas».
En cuanto al precio, son viviendas más asequibles que en otras zonas de la ciudad. La media para un piso de dos habitaciones, salón, baño y cocina es de ochenta mil euros. «Depende de la situación y distribución de la vivienda, si tiene o no ascensor… Por lo que no se puede hacer una estimación objetiva del valor del metro cuadrado», cuenta Allen Martín.
Casas natales en venta
En una sola manzana de El Antiguo existen hasta dos edificios enteros en venta: uno situado en la calle de Cimadevilla y otra doblando la esquina en la calle de San Antonio. Este último lleva más de cinco años en el mercado y nadie se ha interesado por él, más allá de la curiosidad por conocer su precio. «El edificio lo vendemos por 150.000 euros», informan desde la inmobiliaria que lo gestiona.
El edificio se encuentra en el número 20 de la calle de San Antonio. Como peculiaridad, allí nació en 1801 el hacendista ovetense y presidente del Gobierno, Alejandro Mon y Menéndez. Pero ni con esta carta de presentación se logra ejecutar su venta: «Hay que rehabilitarlo entero y además no son pisos independientes, su interior es como una casa y tiene poca planta».
No es el único edificio en venta por la zona. En el número 20 de la calle Mon se vende otro cuyo precio se sale del bolsillo del común de los mortales. Está catalogado como casona histórica del siglo XVIII. Vale la cuantía de un millón y medio de euros. A pocos metros de esta zona, en la calle Eusebio González Abascal está en venta otro espectacular edificio, frente a un lateral del palacete que alberga el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Lleva años en venta, igual que el resto de inmuebles que esperan la oportunidad de encontrar comprador en El Antiguo.
FUENTE: El Comercio.