- Todo sobre el nuevo Plan Estatal de Vivienda, ¿un rescate a las promotoras?
- Habrá que esperar unos meses a la redacción definitiva del plan de vivienda
El Ministerio de Fomento ha presentado las grandes líneas del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, con el que pretende dinamizar un sector, que, aunque da muestras de una incipiente recuperación, está a años luz de lo que era antes de la crisis. Y pretende reactivarlo con ayudas tanto para la adquisición como para el alquiler de viviendas, pero, sobre todo, con muchas subvenciones a la rehabilitación.
La medida «estrella» del plan es un programa de ayuda a los jóvenes menores de 35 años, que pasa por ayudarles a adquirir o a alquilar una vivienda. Para ello, el Gobierno está dispuesto a aportar hasta 10.800 euros (con un tope del 20% del precio de adquisición) en el caso de la compra y el 50% del arrendamiento. En ambos casos, el requisito básico es el mismo: no tener una renta superior a tres veces el IPREM (en catorce pagas), así que los beneficiarios no podrán cobrar más de 22.365 euros (según este indicador en 2017).
A priori, este límite no parece que sea un obstáculo para conseguir la ayuda, ya que, según el INE, la renta media para los hogares formados por personas menores de 30 años se sitúa en 16.256 euros al año, así que todo indica que buena parte de los jóvenes, al menos de los menores de 30 podrían solicitar estas ayudas. Entre los 30 y los 35 años también los datos indican que podría haber un buen puñado de solicitantes ya que la renta media entre los 30 y los 44 años es de 17.838 euros.
¿Cómo de real es esta ayuda?
Pero, ¿es realista pensar que un joven con una renta de 16.000 euros al año se va a embarcar en la compra de una vivienda? Ahora mismo, los datos del INE indican que la hipoteca media es de 115.883 euros de media (datos de febrero) y el Banco de España dice que ese importe cubre el 64,2% del precio de adquisición. Haciendo números, eso indica que el precio medio de las compraventas que se pagan con hipoteca superaría los 180.000 euros, así que exigiría a los jóvenes tener ahorrados casi 65.000 euros antes de afrontar la compraventa (sin contar los impuestos y otros gastos).
Es decir, la ayuda del Gobierno reduciría este esfuerzo previo, pero aún así exigiría a los jóvenes tener ahorrados casi 55.000 euros antes de afrontar la compraventa de una vivienda. Con los niveles de renta estimados por el INE, cada hogar joven tendría que ahorrar toda su renta de 3,3 años para afrontar la compra de una vivienda.
Además, aunque en España hay una escasa tradición de evaluar las políticas públicas, hay algunos precedentes de ayudas a la compra que se han concedido en España y sí han sido evaluados. Por ejemplo, estos 10.800 euros para comprar vivienda son una ayuda similar a los diferentes planes puestos en marcha para la adquisición de coches. La entonces Comisión Nacional de Competencia (CNC) evaluó este plan y señaló que los grandes beneficiados habían sido los fabricantes de coches ya que habían subido los precios de los vehículos.
En concreto, sobre el Plan 2000E, indicó que los precios de fábrica habrían «aumentado de forma generalizada en una media de 400 euros, si bien en algunos casos el crecimiento llegó a los mil euros» cuando las ayudas eran de 2.000 euros por operación, de los que mil euros correspondían a las marcas, otros 500 euros al Gobierno central y los 500 euros restantes, a las comunidades autónomas.
Es decir, si se sigue este mismo patrón, (como no se han vuelto a hacer informes de ese tipo, desconocemos si la tendencia se mantiene), pero estas ayudas a la compra de vivienda para jóvenes podría tener un efecto similar y encarecer la vivienda en 10.000 euros sin que haya ventaja para el beneficiario, que, además, tendría que contar con un nivel de ahorro más que importante.
¿Un rescate a las promotoras?
Por éste y otros motivos, algunos expertos indican que quienes más beneficiados salen del nuevo Plan de Vivienda son los constructores, sobre todo, porque está lleno de subvenciones a la rehabilitación y también a la promoción. Por ejemplo, otra de las grandes novedades es la ayuda para la «creación de un parque de vivienda en alquiler», con el que se subvenciona la construcción de edificios para ser arrendados. Fomento se compromete a aportar hasta 300 euros/m2 útil/vivienda con un límite del 40% de la inversión y 31.500 euros/vivienda o hasta 350 euros/m2 útil/vivienda con un límite del 50% de la inversión y de 36.750 euros/vivienda.
Además, también se incorporan nuevas ayudas a la construcción, en este caso de edificios para personas mayores, con servicios comunes como lavandería, sanitarios, restauración… Y, sobre todo, hay subvenciones de todo tipo para ayudar a la rehabilitación: ayudas para obras de mejora de la eficiencia energética en viviendas unifamiliares y edificios de tipología residencial colectiva, para obras de conservación y mejora de la accesibilidad en edificio de tipología residencial colectiva, viviendas dentro de estos edificios y viviendas unifamiliares y para obras de rehabilitación o renovación de edificios y viviendas y de urbanización o reurbanización en un ámbito delimitado Incluidos supuestos de chabolismo e infravivienda.
Habrá que esperar unos meses a la redacción definitiva del plan de vivienda, pero parece que las ayudas se concentran en el sector que más ha caído con la crisis. A finales del año pasado, la construcción aportaba al PIB la mitad que en 2007 y ocupa a 1,3 millones de personas menos que entonces. Aproximadamente, ocupa a la mitad de personas de las que trabajaban en la obra en 2007, a pesar de los buenos datos de los últimos meses.
FUENTE: El Economista