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Los vecinos denuncian la escasez de luz, la proliferación de la maleza y el abandono del consultorio. El PP trasladará sus demandas
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DANIEL LUMBRERAS
- OVIEDO
«Por la noche parece que estamos con velas. La gente viene del tren alumbrándose con la luz del móvil y en invierno con linterna». Así resumió el farmacéutico y residente de La Manjoya Eduardo Arnáez una de las principales reclamaciones de los vecinos al Ayuntamiento de Oviedo: más iluminación. «Solo conectan una luz de cada dos», recalcó. Una deficiencia que choca «con las luces led de la zona que pertenece a Soto de Ribera, donde da gusto caminar», recalcó.
Los vecinos de La Manjoya llevan años reclamando más atención. Ayer el edil del PP, Eduardo Llano, fue testigo de su necesidades, que ahora reclamará en el Ayuntamiento.
Alumnos de las Escuelas Taller del Ayuntamiento adecentaron parte del bosque de La Zoreda a finales de la década pasada, cuando instalaron baños y mesas. Sin embargo, la maleza crece a sus anchas desde hace mucho cercando el camino. El paraje, prácticamente abandonado, se ha convertido en zona de ‘cruising’ (sexo ocasional entre desconocidos, en lugares públicos), y a la luz del día la suciedad es evidente.
«Es un bosque cerca del centro de Oviedo que no se está aprovechando. Está al lado de la senda verde y se podría sacar partido», lamentó Fernando Bobes, vecino de La Manjoya «de toda la vida».
Al otro extremo de la zona, junto a la rotonda de Llamaoscura, asciende una carretera cuyos bordes están siendo devorados por las malas hierbas, que avanzan también hacia los viviendas. «Si hay un incendio, lo tengo a cincuenta metros de casa», advirtió Bobes.
La falta de desbroce genera «insalubridad» y provoca que proliferen animales, como jabalíes o corzos, lo que preocupa a un vecindario al que «prometieron hasta un centro comercial». Ahora, se conforman con que el Ayuntamiento «mantenga» La Manjoya, de la que han desaparecido hasta los columpios del parque: «Aquí no dejaron ni de segunda mano», apuntó el vecino, escéptico ante el proyecto de recuperar la cercana charca, «una ciénaga».
Con las nuevas urbanizaciones, hay niños y bebés que además necesitan un pediatra. Para Arnáez, «es fundamental que se encarguen de desbrozar, del alumbrado y del consultorio. Está que se cae. Tienen que reformarlo». Deben acudir al médico en Otero.
Para el concejal del PP Eduardo Llano, La Manjoya «es un ejemplo más de que el equipo de gobierno no está escuchando a los vecinos». «Solo venden publicidad de grandes obras y no las hay, solo maleza e inseguridad» declaró en referencia al plan de turismo rural, que prevé un parque multiaventura en La Zoreda.
FUENTE: El Comercio