Gran Bulevar encomienda ahora la comercialización de los locales a agencias especializadas | Los promotores destacan que el 82% de las viviendas están vendidas y también las tres torres para usos terciarios
La salida de una de las firmas que impulsaba la recuperación del plan especial tras el fracaso de Jovellanos XXI añade incertidumbre sobre el desenlace final de la iniciativa, que preveía invertir cien millones de euros para concluir unas obras que empezaron hace más de tres lustros. Fuentes de Gran Bulevar restaron trascendencia a la salida «en términos amistosos» y «por razones de su estrategia empresarial» de Santa Gadea: «El proyecto sigue adelante».
La sociedad, creada por siete empresas asturianas para recuperar el proyecto de El Vasco, aclaró que el grupo madrileño participaba en el proyecto para captar operadores para los usos comerciales y terciarios previstos en la parcela, no «para crear un centro deportivo propio allí». Tras su salida, Gran Bulevar ha confiado a otras agencias especializadas la búsqueda y captación de los futuros inquilinos de los locales.
Agujero de 45.000 metros
En realidad, el problema sigue siendo el mismo que subyace desde el confuso arranque de la operación. El Ayuntamiento, a través de un complejo contrato, encomendó a Jovellanos XXI el diseño, desarrollo, construcción y explotación de una serie de edificios en los solares de la antigua estación de El Vasco y del estadio de Buenavista. Jovellanos XXI acabó por introducir sendas grandes superficies comerciales para financiar la operación -de 66.000 metros bajo el Palacio de Congresos y de 45.000 en la antigua vía de Penetración- y ambas parecen inviables. La primera vendida por 117 millones a una operadora, pierde negocios por semanas; la segunda ni siquiera obtuvo la licencia de gran superficie del Principado.
«No estamos parados, estamos trabajando de forma intensa», insistió, aunque admitió que los informes que requiere Bomberos para dar su visto bueno al proyecto básico pueden tardar, porque «van a depender mucho de los operadores que vengan, son casi proyectos individuales». Lo fundamental es que «se ha hecho el informe que realmente nos importaba, el urbanístico», el que autoriza la ejecución por fases y desliga la parte residencial y los suelos públicos -una plaza de 12.000 metros que aspira a convertirse en un nudo de comunicaciones peatonales entre la parte baja y alta de la ciudad- del resto de la parcela.
En la primera fase, dejar en condiciones de uso los cien pisos apenas costará 120.000 euros, según el proyecto básico y otros 2,3 en la urbanización de los suelos públicos, incluidos los jardines verticales y el mobiliario urbano de diseño.
FUENTE: El Comercio