El valor medio se sitúa en 1.295 euros; Prados de la Fuente, Pumarín y La Corredoria son las zonas más demandadas
Si piensa en comprar un piso en Oviedo probablemente se pregunte si será el mejor momento. La respuesta es sí, según confirman las últimas estadísticas del Ministerio de Fomento. Desde hace una década, el valor de tasación de una vivienda libre en Oviedo no ha dejado de caer. En concreto, 665 euros por metro cuadrado, hasta los 1.295 euros.
Lejos quedan aquellas épocas de bonanza donde se alcanzó un precio de 2.000 euros por metro cuadrado. En el primer trimestre de 2007, cuando la crisis económica comenzó, creció hasta los 1.961 euros. Un año y medio después se marcó el récord de los últimos doce años al superarse los 2.130 euros.
Desde entonces se ha registrado un descenso tras otro. Y puede que aún no haya tocado fondo. Con solo una excepción, en el primer trimestre de 2015, cuando el valor de tasación de un piso se recuperó alrededor de treinta euros. Parecía un primer síntoma de que el mercado inmobiliario se recuperaba de la asfixia, pero tres meses después disminuyó de nuevo hasta los 1.312 euros por metro cuadrado.
Oviedo no ha sido el único concejo que ha visto cómo en la última década el valor de tasación se disparaba en los primeros meses de recesión y después su precio caía en picado. Gijón, Avilés, Siero, Mieres y Langreo han vivido una situación muy parecida, aunque la ciudad más poblada de Asturias sigue siendo líder.
Según el informe estatal, actualizado trimestralmente, el metro cuadrado es ahora mismo 14,3 euros más caro en la ciudad costera que en la capital del Principado. En la tercera posición se encuentra la localidad del Niemeyer (con 1.212 euros por metro cuadrado) y los otros tres municipios no consiguieron alcanzar los mil euros: Siero marcó los 982 euros por metro cuadrado desde enero hasta marzo del presente año. Mieres se quedó en 831 euros y cierra esta lista Langreo, con 798 euros.
El desplome se ha notado, y mucho, en las inmobiliarias. Desde hace una década el precio de los pisos ha caído entre «un 30 y un 35%», aunque también hay barrios en los que estos efectos se han notado en menor medida. Entre ellos las zonas anexas al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El traslado del centro sanitario ha beneficiado a Prados de la Fuente, Pumarín y La Corredoria. Los trabajadores han decidido acercarse a su puesto y algunas personas han aprovechado esta oportunidad para cambiar su lugar de residencia. Por el contrario, la zona de El Cristo ha visto cómo de las ventanas de las viviendas empezaban a colgar los carteles de ‘Se vende’. Sin embargo, el ritmo de alquileres se mantiene gracias a los universitarios.
Montecerrao y La Florida
A pocos metros de este barrio, en Montecerrao, los vecinos ven las máquinas más características del boom de la construcción: las grúas. En esta zona se sigue construyendo nueva vivienda. Según destacan José Manuel Martínez y José María Muñiz, de las inmobiliarias Martínez y Vega, respectivamente, en este emplazamiento es donde más pisos y unifamiliares se están vendiendo. «En Oviedo no existe una área favorita de compra, aunque el centro suele gustar y los jóvenes prefieren vivir en Montecerrao o en La Florida», añade el primero de estos agentes.
Por su parte, Muñiz destaca que cada vez se tarda más tiempo en vender una casa. El periodo medio suele estar entre «los dos o tres años». Las viviendas con «dos habitaciones» son las más demandadas, al abundar cada vez más las familias con uno o dos hijos: «Ya no hay muchas unidades numerosas y para los pisos de cuatro o cinco apenas hay clientes».
En este sentido, Ainhoa Piquero, de Reinas, resalta que ahora se busca «la ganga». Si una persona quiere vender su piso de forma rápida, debe ponerle un precio por debajo de lo estipulado en el mercado. «Lo que mejor se traspasa son los domicilios con dos o tres cuartos de dormir. A la gente los de cuatro no les convencen porque suelen estar viejos y necesitan una reforma, y de cinco ni tenemos».
Asimismo, José Ramón Fuente, de Arxus, y José Manuel Martínez, de Martínez, destacan que la gente ya está perdiendo el miedo a comprar adquirido por la crisis: «Estamos notando una reactivación del mercado desde el segundo semestre de 2014 en las ventas naturales con hipotecas», afirma el primero. El segundo indica que «la gente, si puede, prefiere comprar, debido a que la ambición sigue siendo tener una vivienda propia».
FUENTE: El Comercio.