Dos de los integrantes del grupo fueron arrestados en el piso alquilado desde el que planificaban sus golpes, pero la operación sigue abierta
La preocupación por los robos en viviendas vacías comenzó hace más de un mes. Algunos ovetenses se marcharon de vacaciones y a la vuelta se encontraron con sus casas revueltas. Pero el trabajo de los agentes ha tenido sus frutos: la Policía Nacional detuvo el martes por la noche a dos personas de nacionalidad georgiana relacionadas con los robos a través del método ‘bumping’.
Ambos pertenecen a un grupo itinerante. Este verano se trasladaron a Asturias con la intención de delinquir. Alquilaron una habitación en Oviedo y desde allí planificaron en qué viviendas colocar los testigos. Al informarse de la ausencia de inquilinos en el piso, volvían para forzar la cerradura, entrar y llevarse objetos de valor. Uno de los primeros robos fue a principios de julio, en dos casas cercanas a la plaza de la Paz. Su botín fueron joyas y dinero.
Tras su detención, los agentes realizaron un registro en profundidad del cuarto alquilado. Estos dos ciudadanos del Este acopiaban diferentes artilugios relacionados con el robo con fuerza. Ambos fueron trasladados a comisaría.
A pesar de este paso adelante, la investigación por estos hurtos continúa abierta. Oviedo ha registrado más de una decena de robos a través del método ‘bumping’. La Policía Nacioal recibió la primera denuncia en julio, cuando los ladrones entraron en tres casas situadas en los alrededores de El Cristo. Uno de estos robos ocurrió en un domicilio de la urbanización de la plaza de Teodoro López Cuesta, situada entre El Cristo y Montecerrao. Otros dos en pisos de la plaza de la Paz . A partir de ahí, los residentes de otros barrios también dieron la voz de alarma. En todos los casos hay un elemento común: los vecinos estaban fuera cuando los cacos entraron.
Los ladrones han cambiado en varias ocasiones su lugar de acción. También actuaron en los alrededores de la Ronda Sur. La primera denuncia la presentaron los propietarios de un piso de la calle de Carlos Asensio Bretones, en el barrio de Santo Domingo. Habían pasado el fin de semana fuera de casa y cuando regresaron se dieron cuenta de que no podían abrir la puerta. Llamaron al cerrajero y este les dijo que había sido «inutilizada». Además, la Policía Nacional descubrió que la vivienda había sido marcada con un testigo de plástico, muy utilizado en este tipo de delitos para saber si la casa está habitada.
La peor parte se la han llevado los residentes del edificio número 6 de la calle Luis Álvarez Fueyo. Todas las puertas fueron señaladas con los chivatos. En una semana descubrieron que los ladrones habían entrado en cuatro viviendas. Ante esta situación, los inquilinos cambiaron las cerraduras por unas ‘antibumping’, ya que sentían «miedo». Además, este fin de semana en la comisaría de Juan Benito Argüelles (antigua General Yagüe) se recibió una nueva denuncia por un nuevo caso en La Ería.
Recomendaciones
Ante esta oleada de robos, la Policía Nacional ha difundido una serie de consejos: recomienda llamar al 112 o el 091 al descubrir que la puerta de casa ha sido marcada y no abrir el portal a desconocidos. También, que si un vecino descubre un chivato no lo toque, para no contaminar la prueba del ADN. Asimismo, pide la instalación de programadores en los pisos que accionen las luces interiores durante unas horas al día para simular que la casa está habitada, no comentar a desconocidos que se van de vacaciones o publicar las fechas concretas en las redes sociales, cerrar bien puertas y ventanas o exigir la acreditación pertinente a los representantes de las compañías eléctricas o telefónicas.
FUENTE: El Comercio